Por lLicda. Cristina Rodriguez
Haina y la gestión del alcalde
Osvaldo Rodríguez: una valoración que duele**
En política, todo puede pasar.
Lo afirmo con conocimiento de causa: he visto al alcalde Osvaldo Rodríguez
ganar en tres ocasiones la alcaldía de Haina. Sin embargo, en el contexto actual
del municipio, resulta desconcertante ver cómo surg
en valoraciones positivas
sobre su gestión.
**Solo en Haina pasa esto.**
La pregunta es inevitable:
¿cómo puede considerarse buena una administración con fallas tan evidentes?
Entre los aspectos más preocupantes
destacan:
* Un alcalde notablemente
ausente, con escasa presencia en el ayuntamiento y mínima participación en
espacios clave de toma de decisiones.
* La compra de un local sin
nombre, sin prioridad y sin la debida aprobación de la Sala Capitular, una
acción que genera más dudas que respuestas.
* La persistente carencia de
un cementerio digno, una deuda irrespetuosa con quienes merecen un lugar
adecuado para el descanso eterno.
* En una comunidad industrial,
con altos niveles de producción y riqueza, imperan el caos, la desorganización
y la ausencia de planificación urbana.
* Servicios públicos
deficientes que, lejos de mejorar, afectan cada día más la calidad de vida de
los ciudadanos.
* Un alcalde que ni siquiera
encabeza las sesiones de la Sala Capitular, desatendiendo uno de los roles más
importantes de su mandato.
* Presupuestos sin ejecutar,
con recursos sobrantes no por eficiencia, sino por incapacidad administrativa.
* Obras fuera del presupuesto,
como los bustos de Duarte, que evidencian improvisación y falta de visión
estratégica.
Frente a este panorama, cabe
preguntarse:
**¿Qué se está valorando
realmente en esas encuestas? ¿Quién realiza estas mediciones y con qué
criterios?**
Si, pese a estas realidades,
el pueblo de Haina continúa depositando su confianza en esta gestión, entonces
quizá estemos frente a una triste conclusión:
**tenemos el alcalde que
merecemos**.
Y eso debería preocuparnos más
que cualquier resultado estadístico.
OH MI
PUEBLO.