En los últimos meses se ha acelerado en la Republica Dominicana, la presencia de sismos, mejor conocidos como terremotos o temblores de tierra.
En países como Turquía, México, Chile, Siria, Haití y otros, estos fenómenos han causado desastres y calamidades. Los resultados han sido muchas pérdidas humanas y materiales. Han sido decenas y en algunos casos cientos de miles los muertos, heridos, damnificados y desaparecidos.
La población ha tenido que sufrir el colapso de los centros de salud y otras edificaciones, también el impacto negativo de la economía.Los sobrevivientes, junto a su dolor, han tenido que lidiar con las carencias de productos básicos y los limitados servicios.
En otro orden, es bien sabido que la república dominicana se encuentra en situación de vulnerabilidad, ya que prosee varias fallas, las cuales se han estado activando últimamente. Esto ha generado la probabilidad de un sismo de alta magnitud, lo que representa una amenaza para toda la población.
Esta realidad está relacionada, directamente, con las cuatro grandes fallas, existente en el país, que acomodan los desplazamientos entre la placa del Caribe y la de Norteamérica:
Pero surge la pregunta ¿Esta la población de la República Dominicana preparada para resistir un sismo de alta magnitud?
La respuesta a esta pregunta se responde con lo planteado por el Centro de Operaciones de Emergencia, que junto a la Presidencia de la Republica y la Oficina para el Reordenamiento de Transporte (OPRET) elaboraron el Plan Nacional de Contingencia para Terremotos.
Este plan expresa que la Isla “Hispaniola”, compartida entre la republica dominicana y Haití, durante toda su historia, ha estado sometida a los embates de sismos destructivos.
En este plan se ordena evaluar la vulnerabilidad sísmica de los edificios y componentes del Sistema del Metro y Teleférico. También Identificar qué puede pasar y cuál sería el impacto.
De la misma manera en el plan se recomienda trabajar en el reforzamiento de las estructuras identificadas como vulnerables. Así como atender las viviendas informales para prevenir colapsos de las mismas.
igualmente recomienda que se defina y se establezca lo que se debe hacer en caso de ser impactados por un sismo. En ese sentido aclara que se debe disponer de un plan institucional de gestión de riesgos.
Este plan debe ser socializado en todos los niveles mediante, conferencias, talleres, volantes y plataformas de internet.
Como se puede ver hay todo un plan y bien definido. incluso están claras las medidas a tomar para prevenir muertes heridos y daños a la propiedad.
Lo lamentable es que este plan solo está en los papeles. Su ejecución ha sido muy limitada. La ciudadanía, en sentido general, no tiene conocimientos ni conciencia de la realidad, ni de la amenaza ni riesgo ante un sismo de alta magnitud.
Tampoco ha recibido orientación sobre qué hacer para prevenir y proteger sus vidas y bienes.
Nos preguntamos, ante la amenaza en que se encuentra el país frente a un terremoto, por qué las autoridades permiten que ciudadanos construyan viviendas informales, sin ninguna regulación, ni inspección estatal.
Porque no se ha creado y desarrollado un programa permanente de educación y organización de la población, para que esté consciente de la situación de vulnerabilidad del país y tome medida preventiva.
Esta es la mejor manera de reducir los impactos de un sismo, pues como dice el refrán: guerra avisada no mata soldado.
Quizás
están esperando que pase lo peor para después actuar, como pasa en muchos
casos. Poner candado después que le roban
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