Por
Eugenio Sanó Bretón
Llega la navidad un
nuevo año se avecina y con ella nuevas esperanza arropan al pueblo Dominicano. Se
considera esta la época de mayor alegría. Las familias se regocijan, los amigos
se encuentran y muchas vecindades adornan los barrios con material de brillos y
de multicolores.
Esta es también una
época de reflexión. Es un magnifico momento para ver las cosas que debemos
cambiar en nuestras vidas, de tal manera que aportemos para lograr una sociedad
mejor, más justa y más armoniosa.
La navidad llena de
anhelo y de esperanza a toda la sociedad, sobre todo aquellos que tienen
grandes necesidades. Estos quieren alcanzar la prosperidad y les desean lo
mismo a los demás. Todos, en la medida de las posibilidades, la celebran.
Mientras unos no disponen de lo suficiente otros derrochan su bienestar.
Por ser este un año pre
electoral las navidades tienen un toque especial. Cada un querrá presentarse como el mesías. Quien vino a
salvar al país de tanta carencia, de tantas deficiencias y de autoridades
irrespetuosas, de las leyes que imponen a la sociedad.
Con la práctica de las
autoridades vemos que la función del Estado de garantizar bienestar a la
población se queda en un vacío. En este país más que ejercicio de autoridad, lo
que se hace en muchas circunstancias es abusar del poder, haciendo uso
particular de los recursos estatales. Al parecer, no hay estamento del
gobierno, ni del estado libre de culpa en este aspecto.
Es cierto que el país
está en un proceso de cambio, por ello se pueden ver años tras años las nuevas
y enormes infraestructuras que se construyen, solo en la capital.
Lamentablemente estas no han resultado en la soluciones que se esperaban, pues
la población sigue sufriendo la deficiencia de los principales servicios,
Educación y salud.
Gracias a las buenas
gestiones de nuestros gobiernos padecemos de un Sistema de Inseguridad Social,
de un Programa de Inseguridad Ciudadana y de un Sistema de Injusticia Social.
Además de los problemas de alcantarillado, de desempleo y bajos salarios.
Gracias a la negativa
de invertir lo que la ley indica para la educación pertenecemos al grupo de
países, cuyos estudiantes son los más deficientes en aprendizaje, de acuerdo al
informe de Acción por la Educación (Educa) y el Programa de la Reforma
Educativa para América Latina y el Caribe (Preal).
Se olvidan de que la educación es la base del
desarrollo de los pueblos. Que en ella se cifran las esperanzas de mejorar la
vida individual, familiar y social y que negar la inversión correspondiente niega también la
posibilidad de avanzar a un nuevo estadio económico, político y social. No sé
si es esto lo que se quiere, pero es en lo que se trabaja actualmente
Ante estas calamidades
y desesperanza muchos líderes políticos utilizan las ansias de la población
para venderles sueños e ilusiones. Le prometen cambios imposibles y humillan a
los menos pudientes, con grandes filas para entregarle regalitos, una fundita o
una cajita con la cara del candidato.
La navidad no debe
tener un sentido diferente al de la celebración del nacimiento del niño Jesús y
con el la esperanza de la redención. No se debe permitir que partido alguno se
quiera aprovechar de nuestras bondades y calamidades para su beneficio
particular.
Por ser unas navidades
pre-electorales es seguro que las promesas y dadivas estarán por doquier.
Tomémosla si queremos pero con los ojos y la mente abiertos y sin dejarnos
utilizar por los que sabemos que no resolverán.
Es verdad que por ser una navidad electoral, las autoridades aprovechan la situación para darse publicidad ante la sociedad, pero eso es solo por el momento luego se olvidan de que existimos...
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