No a la reforma laboral planteada por el CONEP

 El planteamiento del CONEP para la reforma del código laboral, más que abusivo es aberrante. Es una demostración del atraso mental y de la poca creatividad y mediocridad para hacer sus empresas productivas y eficientes.

En cualquier entidad productiva, el factor de avance y logro más importante es el personal, ya que es el que hace posible el funcionamiento y alcance de los objetivos. No importan la avanzada tecnología, ni los procedimientos administrativos, tampoco los equipos, ni las relaciones comerciales. Es el personal laboral el responsable de que la empresa se encamine a lograr los objetivos y ambiciones de los dueños y accionistas.

Lamentablemente, en este nuestro queridísimo país, el afán de lucro, la codicia y la ambición económica afectan la mente y el corazón de muchos empresarios, muchos de ellos políticos y/o apoyados por algunos de estos.

Su poca capacidad emprendedora, su mezquindad a la hora de hacer las inversiones, su actitud esclavista y antihumana, los han convertido en salvajes y consideran que los empleados y trabajadores son igual que ellos.

Derechos ganados a fuerza de lucha, sacrificio y sangre, quieren ser ahora tirados por el suelo, solo por la supuesta competitividad, como si el dolor y angustia causada para la obtención de estas conquistas no tuviera precio.

La competitividad no puede significar atropello, no puede implicar deshumanización, no puede reducir los derechos humanos y laborales, no puede darse en base a la codicia y el afán de acumular dinero y darse placeres egoístas.

Las empresas son importantes si garantizan una productividad que permita su sostenimiento, el beneficio de los dueños, condiciones laborales, salarios justos y beneficios sociales para los trabajadores y sus familias vivir con dignidad.

La competitividad por tanto no puede ser ni puede desarrollarse sobre la base de la explotación, ni la reducción de los derechos ganados y bien merecidos por los trabajadores.

La competitividad debe implicar mayor creatividad e innovación en las empresas, de tal manera que permita, más productividad, más eficiencia, más calidad, más venta, más beneficios para los dueños, más impuestos para el estado y más beneficios y condiciones para los que hacen que esta funcione, los trabajadores.

Que el precio de la incapacidad creativa e innovadora no lo paguen los trabajadores ni sus familias, que se invierta para que se actualicen y puedan responder a los requerimientos de los nuevos tiempos y a las demandas del mercado.

Que los empresarios le exijan al gobierno la reducción de los apagones y los altos costos de la energía, más facilidades y menos tramites burocráticos para las gestiones de compra, venta, importación y exportación.

No se puede aceptar los planteamientos de los empresarios para la reforma del Código Laboral, publicada por el periódico Hoy el día 13 de febrero del 2014, las cuales consisten en:

·         Pago máximo de la cesantía a tres años de trabajo y cuatro salarios cotizables (RD$8,645 a agosto de 2013),

·         Limitar la asistencia económica por muerte o discapacidad,

·         Aumento de 44 a 48 horas semanales la jornada laboral y la

·         Ampliación de tres a seis meses el período de prueba para fijar un empleado.

·         Desahucio y cesantía. Plantean que el empleador que ejerza el desahucio debe pagar al trabajador un auxilio de cesantía de acuerdo a las reglas siguientes:

Después de un trabajo continuo no menor de seis meses ni mayor de un año, una suma igual a 13 días de salario ordinario. -Después de un trabajo continuo no menor de un año una suma igual a 23 días de salario ordinario por cada año de servicio prestado, hasta un límite de tres años. “En todos los casos, la base de cálculo para el pago de este derecho no podrá exceder el monto equivalente a cuatro (4) salarios cotizables de la Seguridad Social”.

Estos planteamientos están contenidos en la matriz presentada por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) ante la comisión tripartida que estudia la revisión del Código de Trabajo.