Por Eugenio Sanó Bretón
En la
medida que se acerca el 2016, se acrecientan las actividades de los partidos y
los precandidatos a cargos electivos. Los carteles, vallas y anuncios radiales
y televisivos copan todos los espacios. Junto a estos las actividades
cotidianas y el ensordecedor ruido de las Disco-light, en los barrios, comunidades,
pueblos y ciudades.
De acuerdo
a datos de especialistas en materia política, en la actualidad existen en el
país cerca de 30,000 aspirantes a cargos electivos, a regidores, alcaldes,
diputados, senadores y a la presidencia. Muchos con grandes discursos, otros
con pocas palabras, pero todos y todas presentándose como los salvadores, ante
una población sedienta de cambio, de atención y de solución a problemas
personales y colectivos.
En una
reciente e informal encuesta realizada en los municipios de Haina y San
Cristóbal, les preguntaban a las personas si conocían a los aspirantes a los
diferentes cargos electivos. Todas respondieron conocer por lo menos en
foto o medio de comunicación a varios de
estos.
Al preguntársele
si conocían de sus programas o propuesta a desarrollar, nadie admitió conocerlas.
Esto es grave. Yo tampoco he escuchado propuesta alguna de ningún candidato o
precandidato interesado en ser electo a un cargo público.
Me
pregunto, ¿si no tienen programa, se deberá a que no tienen capacidad para
hacerlo?, ¿no conocen la realidad de la localidad? o ¿no tienen intención de
realizar una gestión acorde con las necesidades y expectativas de la gente?. No
tengo la respuesta, contésteme usted que está leyendo este artículo.
Será que
tienen un plan oculto, que nadie debe saber, pero que probablemente muchos
tengan que sufrir. O realmente tienen una interesante propuesta y quieren
sorprender a la ciudadanía con acciones loables de soluciones y respuesta a las
demandas sociales. No se…
En la
actualidad hay en el país muchos reclamos y mucho sufrimiento de sectores
sociales por el incumplimiento de las funciones públicas de personas electas
para cargos electivos públicos en las pasadas elecciones, por la ausencia de
transparencia en el manejo de los recursos y por la incapacidad y falta de
voluntad mostrada para atender sus responsabilidades.
Muchas o
casi todas las personas que fueron beneficiadas con el voto en la contienda
electoral pasada y que no han cumplido con sus funciones, desean continuar en la misma posición o ser
elegida en otros cargos.
También
otras que fueron electas anteriormente y perdieron por incumplimiento, hoy
quieren pintarse de interesadas en la gente y presentarse como las más pulcras
para el mismo cargo u otro.
Pero
lamentablemente para ellos, la población ya no piensa como antes. El pueblo
votante ha abierto los ojos. En la mayoría de los casos posee múltiples
necesidades sin resolver, con múltiples promesas incumplidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
vida