miércoles, enero 18, 2017

Un nuevo año cargado de esperanza

Por Eugenio Sanó Bretón
Cada inicio de año trae consigo nuevas expectativas, nuevos sueños y porque no, también nuevas esperanza. Los logros alcanzados se celebran y estos a su vez sirven de aliciente para los nuevos planes. Así los propósitos no alcanzados en el año que termina se juntan con las nuevas aspiraciones para marcar el nuevo rumbo y las nuevas luchas.

Las aspiraciones son las razones de los esfuerzos y ambas dan sentido a la vida. Los logros proporcionan alegría y felicidad. Por ello la importancia de una vida con propósito. Pero estos propósitos deben estar apegados a las posibilidades y sobre todo que las luchas y esfuerzos para alcanzarlos no impliquen afectar negativamente a tercero.

El ser humano por naturaleza es ambicioso, siempre aspira a lograr y avanzar más y más. Es necesario que estas ambiciones sean controladas, de tal manera que las mismas no se conviertan en obsesiones que provoquen tristeza y malestar.

Las aspiraciones más loables son aquellas que se pueden planificar y alcanzar en un tiempo prudente y determinado, que el esfuerzo para alcanzarlas no implica afectar ni la vida ni la salud, tampoco las relaciones con amigos y familiares. Son realmente las que sus logros benefician a la persona, a la familia y a la comunidad.


Por ello debemos procurar alcanzar aspiraciones relacionadas con la mejora de las relaciones con nuestra pareja, con nuestra familia y con nuestros amigos. También aspirar a logros que garanticen bienestar y mayor convivencia de pareja y familiar. Estas son las que a lo largo del tiempo y de nuestras vidas disfrutaremos y nos causaran mejor bienestar. Luchemos por ellas. 

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