Eugenio Sanó
No sé si fue porque llegué un
poco tarde, pero no recuerdo haber visto la presentación de ningún libro.
Por qué me engañaste y creo que
no fue solo a mí.
Nunca esperé llenarme de nostalgia
y con un sabor agridulce al escuchar la bella y melodiosas voces de esos
cantores de Haina. Esa amada de Osiris me traslado a. Aquellos tiempos, cuando
se bailaba bolero.
Los demás me enfriaron el alma y
me alborotaron el corazón. No sabía si llorar o reír, también me dieron deseos
de bailar.
Me engañaste Jhonas, me
consideraste ignorante y pusiste a Chaljub y a Mario Diaz a darme catedra e informaciones
nuevas y buenas para mi acervo.
En verdad me llené de esperanza y
comencé de nuevo a soñar.
Te pido por Dios y por nuestra
amistad que hagas algo. Merezco un desagravio.
Un desagravio representado en
otro libro, en más relatos y otras presentaciones como esa cumbre que hiciste
el 22 de octubre en la Casa de la Cultura
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